Este artículo me llegó por e-mail, se que es del Sr. Miguel Suárez; es excelente, un poco largo pero vale la pena leerlo.
Por: Miguel Suárez
 Joseph Contreras, editor regional para América Latina  de las revistas Newsweek, resucitó el debate entorno al pasado narcoparamilitar  de Álvaro Uribe Vélez, con la publicación de un artículo que cuenta que Álvaro  Uribe Vélez, presidente de la oligarquía burguesa colombiana, aparece en el  puesto 82, en la lista de los narcotraficantes más peligrosos de los EE.UU. 
 Contreras dijo que el documento fue desclasificado como secreto por el  archivo de la seguridad nacional del departamento de la defensa del imperio,  hace unos tres meses y fue elaborado 1.991
 La desclacificación de este  documento se da en momentos en que Uribe continúa sus esfuerzos por legalizar el  paramilitarismo y a sus narcotraficantes que hoy figuran como comandantes.  También se da en un momento en que las negociaciones del TLC, parece estar  empantanadas debido al tema de las patentes de los organismos vivos de la  región. La semana pasada Jhon Kerry, candidato presidencial imperial, su  compañero de formula y 22 parlamentarios enviaron una carta abierta a Uribe  donde le exigen romper lasos con el paramilitarismo así como cumplir las  recomendaciones de la ONU, y el embajador yanki se pronuncio contra el show  narcoparamilitar.
 Y es que las denuncias contra Uribe de su pasado  ligado al narcotráfico y al paramilitarismo, cada vez son más resonante. Debemos  tener presente que el narcotráfico y el paramilitarismo son consustanciales.  Miremos un poco el historial o expediente de Álvaro Uribe Vélez.
 El jefe  fascista es hijo primogénito de los cinco hijos del terrateniente y ganadero  antioqueño Álvaro Uribe Sierra y de la concejala Laura Vélez, pasó su infancia  en Medellín y en la finca que la familia tenía en Salgar. Álvaro Uribe nació el  4 de Julio de 1952, Medellín, departamento de Antioquia.
 Se educó en  escuelas regidas por los, padres Jesuitas y los Benedictinos, finalmente en el  instituto Jorge Robledo, un colegio que tradicionalmente ha formado a los  vástagos de la clases pudientes medellinenses, donde en 1970 obtuvo el título de  bachiller. En 1977 se licenció en derecho y ciencias políticas en la universidad  de Antioquia, donde además estuvo activo en las juventudes liberales.  
 En  1976 desempeñó el puesto de jefe de bienes de empresa publica de Medellín, y en  1977, entró en la administración del Estado como secretario general del  ministerio de trabajo, labor que cumplió hasta agosto de 1978, cuando se dio el  relevo en la presidencia de la república del liberal Alfonso López Michelsen por  su correligionario Julio Cesar Turbay Ayala.
 Poco después Uribe contrajo  matrimonio con Lina Moreno, con la que tienen dos hijos varones, que seguro no  prestan el servicio militar en la contraguerrilla de su ejército criminal. 
 En Marzo de 1980 Turbay lo nombró como director del departamento de  Aeronáutica Civil, cargo que mantuvo hasta Agosto de 1982. Los años que  permaneció en el cargo se convirtieron en el periodo que proporcionalmente más  licencias de vuelo se han entregado en la historia de Colombia, ya que en un  plazo de dos años y medio se entregaron 562 permisos. Poco después de su salida  producida en Agosto de 1982, el Concejo Nacional de Estupefacientes acusó a la  administración de Uribe de permisiva y ordenó "suspender los vuelos de naves de  narcotraficantes".
 Según el periodista del espectador Fernando Garavito  y el investigador Fabio Castillo, autor del libro "los jinetes de la Cocaína",  en su etapa al frente de la dirección de la aeronáutica Uribe favoreció al  cartel de Medellín, concediendo a sus pilotos licencias de vuelo con que poder  trasladar los cargamentos de droga.
 Su segundo al mando en la  aeronáutica civil, era Cesar Villegas, fue más tarde condenado a cinco años de  cárcel por su conexión con el cartel de Cali, y asesinado hace unos tres o  cuatro años atrás.
 En 1982 se posesionó de la alcaldía de Medellín.  Afines de 1982, Álvaro Uribe Vélez, actual presidente de Colombia, fue sacado  sorpresivamente de la alcaldía de Medellín, tras permanecer en el cargo solo  unos pocos meses.
 Joseph Contreras, en su libro "El Señor de las  Sombras: biografía no autorizada de Álvaro Uribe", asegura que Uribe fue sacado  por el presidente de ese entonces, Belisario Betancourt, por sus relaciones con  el cartel de Medellín, especialmente con Pablo Escobar, los hermanos Ochoa y  Gonzalo Rodríguez Gacha.  
 Su alcaldía duró solo cinco meses. Durante su  corto periodo Uribe dotó de medios represivos al ejército y la policía. Apoyó  públicamente proyectos de los poderosos clanes del narcotráfico, como los  llamados "Proyectos Comunitarios", uno de los cuales era la construcción de un  barrio conocido como "Medellín sin Tugurios", y el otro que proponía la  plantación de árboles en la ciudad. Pablo Escobar financio ambos proyectos y  Uribe los apoyo públicamente.
 El libro "Los Jinetes de la Cocaína", de  Fabio Castillo, relata que Alberto Uribe Sierra, padre de Álvaro Uribe Vélez,  era un conocido traficante que fue arrestado una vez para ser extraditado, pero  Jesús Aristizabal Guevara, entonces secretario de gobierno de la ciudad de  Medellín, logró ponerlo en libertad.
 El 14 de Julio de 1983, en su finca  de Guacharacas fue ajusticiado por las FARC-EP Alvaro Uribe Sierra. Al respecto,  el periodista Fabio Castillo sugiere que la acción de las FARC-EP contra Alvaro  Uribe Sierra estuvo ligada a sus actuaciones en el narcotráfico y la  contrainsurgencia paraestatal.
 Joseph Contreras en su libro "El señor de  las Sombras" dice que es muy conocido que el helicóptero que trasladó el cadáver  de Alberto Uribe, padre del actual presidente de la oligarquía burguesa  Colombiana, de la finca familiar a Medellín era una aeronave que pertenecía al  cartel de Medellín y a Escobar, específicamente.
 Al entierro del  hacendado, según el periodista Fabio Castillo asistió el entonces presidente de  la Republica, Belisario Betancourt Cuartas, y buena parte de la crema y nata de  la sociedad antioqueña, en medio de veladas protestas de quienes conocían los  vínculos de Uribe Sierra con la cocaína y los capos, también asistieron los  principales jefes del cartel de Medellín en cabeza de Pablo Escobar Gaviria, los  Ochoa y Rodríguez Gacha.
 Entre 1984 y 1986 se desempeñó como concejal de  Medellín y en las elecciones legislativas del 9 de Marzo de 1986 ganó el escaño  de Senador, cargo frente al cual se desempeño entre 1988 y 1993.  
 En esas  dos legislaturas, correspondientes a las presidencias de los liberales Virgilio  Barco Vargas y Cesar Gaviria Trujillo, Uribe participó en la ponencia de varias  leyes de carácter antisocial y en particular fue el promotor de la ley 50/1990,  conocido como la reforma del mercado de trabajo que concitó un fuerte rechazo de  los sindicatos y que es en gran parte responsable de los bajos salarios en el  país.
 El periodista Fernando Garavito, en una columna publicada en el  diario El Espectador el 17 de febrero de 2002, titulada: "Cuando era  moscorrofio", contaba lo siguiente:
 "En diciembre de 1989 el gobierno  Barco, presentó ante el Congreso un proyecto de reforma constitucional, al que  el país, una vez aprobado, debía convalidar por referendo. En ese instante  vivíamos una crisis de proporciones, provocada por el magnicidio de Luís Carlos  Galán, ocurrido cuatro meses antes, fue entonces cuando en las Cámara de  Representante, un Godo oscuro, Carlos Pineda Chillan, con el aval de 21  Congresista (entre ellos Jairo Ortega Ramírez, Ernesto Lucena Quevedo, Jaime  Arizabaleta Calderón, Cesar Pérez García, Tiberio Villarreal y otros de similar  catadura), le colgó un mico que le ordenaba incluir en el temario del referendo,  un punto mediante el cual se rechazaba la extradición. El ministro de gobierno  de ese entonces, Carlos Lemos Simmonds, denunció la maniobra y en un valeroso  discurso sostuvo que de aprobarse, el congreso se entregaría a los narcos "atado  de pies y manos". Pero el mico, con ponencia positiva de Mario Uribe, tenía que  ser, pasó sin problemas hasta la plenaria del Senado, donde Alvaro Uribe Vélez  (y no es un homónimo) lo defendió ante sus asombrados colegas con voz quebrada y  lagrima en los ojos: se trataba de una reforma propiciada por los carteles de la  droga, para evitar la extradición de sus altos jefes".
 Fue Gobernador de  Antioquia entre 1995 y 1997. Durante su periodo como gobernador de Antioquia  experimentó su modelo de "Estado Comunitario", con la cortina de humo de  estimular la participación de la ciudadanía en la generación de empleo como un  modelo paramilitar de seguridad publica.  
 A partir de un programa  auspiciado por el gobierno de EE.UU. a través de la Universidad de Harvard  propició la capacitación de cerca de 50.000 Antioqueños en "negociación pacifica  de conflictos".
 Este proyecto sirvió para crear las asociaciones  comunitarias "CONVIVIR", en 1994 cuyos miembros podían realizar agresiones y  asesinatos contra elementos del pueblo, mientras el estado y las fuerzas de  seguridad le garantizaban el secreto y la cobertura. Estas cooperativas fueron  utilizadas por los terratenientes y narcotraficantes, para aplicar la política  contrainsurgente de "tierra arrasada" en numerosas tierras campesinas y en la  capital Antioqueña.
 Fue con las "CONVIVIR" que los paramilitares  lograron su despliegue nacional, se consolidaron en Antioquia, en el nudo de  Paramillo, e ingresaron al eje bananero de Urabá asesinando y desplazando miles  de campesinos.
 Según el periodista Joseph Contreras, en 1997 y 1998,  agentes de a DEA (Agencia Estadounidense Antinarcóticos) incautaron 50.000 kilos  de un precursor químico usado para el procesamiento de la cocaína. Esas  sustancias químicas habrían sido adquiridas por una compañía perteneciente a  Pedro Juan Moreno, quien se habría desempeñado como subjefe de gabinete cuando  Uribe fue gobernador de Antioquia.
 Contreras recuerda el incidente del  año 2002, cuando el entonces candidato presidencial Álvaro Uribe interrumpió  abruptamente una entrevista con el:
 "Le pregunté, dice Contreras, sobre  la relación que él y sus hermanos tuvieron con los hermanos Ochoa cuando eran  jóvenes y una de las preguntas que más le enojó al entonces candidato Uribe fue  sobre su hermano Santiago, que tiene un negocio en el que cría caballos de paso  fino. Yo le pregunté si su hermano tendría algún contacto con la familia Ochoa a  través de ese negocio. Y en ese momento comenzó a ponerse muy hostil". 
 En Marzo del 2002, en plena campaña política por la presidencia de  Colombia Uribe le confesó al periodista Joseph Contreras, del diario Newsweek,  el haberse reunido con Salvatore Mancuso actual jefe de los grupos  paramilitares, cuando él era un ganadero.  
 Según los periodistas, los  vínculos de Uribe con los hombres acusados de narcotráfico no terminan allí. Dos  de las personas más cercanas al presidente de Colombia, Fuad Char y Juan Moreno  Villa, han sido acusadas por EE.UU. debido a sus relaciones con el tráfico de  estupefacientes.
 Se dice que Uribe mantiene cierto parentesco familiar  con los Ochoa por parte de su madre. Durante su trayectoria en los órganos de  poder del estado, Uribe fue construyendo su proyecto de estado fascista (Estado  Comunitario), sustentado en elementos como:
 1. Centralización absoluta  del poder ejecutivo
 2. Control y disminución del Congreso
 3.  Fortalecimiento del aparato militar
 4. Desarrollo de la estructura  paramilitar
 5. Negación de las libertades democráticas
 6. Reducción de  los derechos del pueblo
 7. Vinculación con los sectores más corruptos y  violentos de las clases dominantes
 Uribe se ha relacionado abiertamente  con altos oficiales de las fuerzas armadas acusados por su apadrinamiento con  los grupos paramilitares.
 Sobre este particular, está documentado que  Uribe pronunció un discurso de desagravio al General Rito Alejo del Río, luego  de que la justicia Colombiana lo acusara de fomentar el paramilitarismo en Urabá  y de que el gobierno de EEUU le retirara el visado por estar involucrado en  violaciones de los derechos humanos.
 Luego viene la campaña  presidencial, donde el poder narcoparamilitar se colocó totalmente al servicio  de la candidatura de Alvaro Uribe Vélez, a tal extremo que públicamente lo  declararon su candidato. Y es en este periodo donde los nexos, por los hechos,  de Uribe con el narcoparamilitarismo se tornan irrefutables.
 La  organización fundación para la libertad de prensa en su informe de ese año,  decía:
 "Las elecciones presidenciales del 26 de mayo de 2002 se realizan  en medio de la mayor polarizacion política de los últimos años.... Diversas  controversias entre el candidato Alvaro Uribe y algunos periodistas han tenido  amplio despliegue en a opinión publica".  
 El 17 de Febrero el columnista  Fernando Garavito publicó, en su columna del periódico del Espectador, un  cuestionamiento sobre la gestión publica de Uribe y presuntos vínculos de su  familia con narcotraficantes en el departamento de Antioquia. Dos días después,  el grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia publicó en su página de  Internet un comunicado en el que hace un llamado a "los columnista que depuren  sus espíritus envenenados" y cita, además de Garavito, al periodista Alfredo  Molano.
 A finales del mismo mes Gonzalo Guillen, periodista Colombiano  que escribe para el diario norteamericano el Nuevo Heráld., realizaba una  investigación, en la misma línea de Garavito, sobre el candidato. Según Guillen,  Uribe le llamó a su casa para exponer los logros de su trayectoria pública, lo  que el periodista interpretó como una invitación a desistir en su investigación.  En los primeros días de Marzo, Guillen recibió información extraoficial de  organismos relacionados con la embajada norteamericana, según las cuales estaban  en riesgo su seguridad y la de Garavito. Ambos periodistas salieron del país por  considerar que su seguridad personal estaba en peligro.
 A solo una  semana de las elecciones, se conoció que el semanario El 'Espectador le solicitó  al columnista Fernando Garavito cambiar el contenido de su habitual columna del  domingo 19 de Mayo por considerar desproporcionado el tono de la misma, (En la  columna Gravito hablaba del hoy Vicepresidente, Francisco Santos, su  personalidad y su repentino aprecio por sus secuestradores, los  narcotraficantes).
 Otro incidente con la prensa en el que Uribe volvió a  ser protagonista fue con Joseph Contreras, periodista de Newsweek. En esta  oportunidad el candidato suspendió abruptamente una entrevista concedida al  reportero por considerar que el cuestionario era sesgado y le faltaba el  respeto. En pronunciamientos posteriores, Uribe dijo que el periodista de  Newsweek buscaba "enlodar su nombre".  
 Diez días antes de la primera  vuelta electoral. Contreras publicó el libro "El Señor de las Sombras",  biografía no autorizada de Álvaro Uribe Vélez, texto que ha sido objeto de veto  en su distribución por parte de algunas de las mas importantes librerías del  país; incluso, según denunciaron ejecutivos de la editorial, en algunos de los  lugares donde devolvieron el libro se recibieron anónimas llamadas intimidantes. 
 El 23 de Marzo el informativo de televisión Noticias Uno publicó una  crónica sobre los presuntos vínculos de la familia de Uribe con narcotraficantes  y sobre presuntas irregularidades en actuaciones del candidato cuando fue  director de la Aeronáutica Civil. Dicho informe se emitió sin recabar la  posición del candidato, pues este no acepto ninguna de las insistentes  entrevistas que le propuso el medio con el fin de aclarar la información que se  tenía. Al día siguiente, a través de emisoras de radio de cobertura nacional,  Uribe cuestionó la independencia del periodista Daniel Coronell, director de  Noticias Uno, calificándolo de testaferro de hombres de negocios próximos a las  campañas de sus contendores políticos y de tener sociedad con personas  cuestionadas por tener vínculos con el narcotráfico. Uribe también cuestionó la  credibilidad de Ignacio Gómez, periodista que realizó la investigación. En esa  misma semana Coronell recibió tres amenazas de muerte, dos contra su vida y una  contra su pequeña hija.
 En el año 2002 como candidato y como presidente  electo, Uribe se presentó tres metas, una la derrota de la politiquería, dos la  derrota de la corrupción y la tercera y mas importante para el, la derrota de la  guerrilla, sin medir consecuencias.
 La derrota de la guerrilla, según  los voceros de ésta, no se ha cumplido ya que permanece intacta y golpeando  fuerte como se ha visto en estos días.
 La derrota de la politiquería y  corrupción no se ve por ningún lado. Ésta se ha incrementado, ya que en pos de  que le aprueben la reelección, las leyes impuestas por el FMI y las leyes que  favorezcan a sus narcoparamilitares, el mandatario no ha dudado para nada en  emplear cualquier método para alcanzar sus objetivos.  
 Cumpliendo los  pronósticos, el 26 de Mayo de 2002 Uribe se alzó con la victoria sin necesidad  de una segunda vuelta, con el 53.1% de los sufragios (cabe recordar que en  algunas zonas del país a punta de fusil se obligaba a votar por Uribe) y seguido  por Serpa con el 31.8%, Luís Eduardo Garzón con el 6.2%, Noemí Sanin con el 5.8%  e Ingrid Betancourt con el 0.5%. La abstención fue del 53.6%, cinco puntos mas  que en las votaciones de 1998.
 Según las cifras entregadas por la  Registraduria Civil, el Órgano Electoral en Colombia, hay 24.208.150 ciudadanos  con derecho a elegir; de estos
 5.829.958 dieron el voto a Alvaro Uribe,  o sea un 24.08%. El 75.72% restante (18.378.192) se abstuvo o voto por otro  candidato.
 Los medios de desinformación Colombianos de inmediato dijeron  al mundo que Uribe había sido electo por el 53% de los Colombianos, cosa que no  era cierta , ya que realmente fue electo por medio del terror y la  desinformación, por un 24.08%.
 A solo cuatro meses de su posesión como  presidente, Uribe anunció el inicio de unos supuestos diálogos con los grupos  paramilitares, donde se destacan connotados jefes del narcotráfico, como Adolfo  Paz o Don Berna, de quien se dice es el narcotraficante mas importante de  Colombia, heredero de Pablo Escobar, quien irónicamente figura como responsable  de derechos humanos de los paramilitares.
 Como vemos, la historia  política de Alvaro Uribe Vélez, está plagada de vínculos con el narcotráfico y  el paramilitarismo. Vínculos que éste nunca ha aclarado satisfactoriamente.  Uribe comparte honores, en la lista dada a conocer por el periodista Joseph  Contreras, con personas de dolorosa recordación para el pueblo Colombiano, tales  como: Popeye, la Kika, Tyson, el Mugre, Evaristo Porras y el tristemente celebre  Vladimir.
 Llama la atención que la desclasificación de estos documentos,  se dé precisamente en momentos donde se negocia el TLC y en Colombia hay una  gran oposición.
 Pareciera que los gringos le estuvieran mandando un  mensaje a Uribe, donde le dicen que si no les firma el TLC, tal como ellos  quieren, una celda le espera al lado del general Manuel Antonio Noriega,  expresidente de Panamá, quien figuraba de 66 en la misma lista donde Uribe esta  de 82.  
 Aunque Uribe, en un comunicado público, le quita importancia al  documento porque, según él mismo, no ha sido investigado. Lo cierto es que la  mayoría de los allí listados están escondidos, muertos o andan con grillos en  los pies, tal como tantos Colombianos extraditados por Uribe al imperio, tal vez  buscando con esto evitar correr con la misma suerte.
 Desde aquí le  recordamos a Uribe, que los gringos no tienen amigos, sino negocios y que  históricamente cuando sus lacayos han dejado de serles útiles o los desobedecen,  estos la pasan muy mal, allí esta el ejemplo de Noriega.
 Si quieres a tu  país divulga este documento a todas las personas que conozcas
 ¡NO A  LA REELECCION DE ALVARO URIBE VELEZ!